Y los bebimos
Frasquitos algo más que agua de rosas
O potrancas apachurradas
Y no eran ni serían hijos tuyos
Ni hijos míos
Pichones para el sacrificio
Dádivas nocturnas
Que algún demonio impone
Sonrientes de delirios
Aguzándose la lengua
Componiéndose camisa
En saco y pantalón
Sangre de delirios adolescentes
Amo a los niños que no resisten tanto
Crapulosos tú y yo
los bebimos de un solo trago
Y resbalaron por nuestras gargantas
Tan ingenuos
Tan dúctiles
Plasmáticos
Erógenos
Y putos grandes entre putas pequeñas
Y déjate de huevadas que se me acaba la distancia y me pongo flácido
Corcovado y flácido
Hético y flácido
Cuando la verde absenta me ponga de buen humor
Le haremos el amor a los árboles sin corteza
Y nuestros colmillos caerán de su lugar
Y recordaremos algo de nosotros en todo ello
Algo de ti y de mí
Que hemos odiado tanto
El dominó se extiende por horas increíbles
Sorbo a sorbo
La mañana se anuncia
despojada de suaves herencias
Y luego nuestra sed
Y la necesidad de seguir bebiéndonos a otro
Y qué importa si ha de ser en la pulpería
Del despreciable gusano de feria
El templo de Segunda.
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